De los cuentos, a la vida real
Los lobos, a través de leyendas, mitos e incluso cuentos infantiles, han sido estigmatizados de muchas maneras. Su ferocidad y capacidad de cazar en manada, entre otras cosas, les ha creado una imagen que no debiera ser buena o mala, pues simplemente actúan de acuerdo a su naturaleza de depredadores y a lo que les permite prevalecer día a día.
Estos hermosos e imponentes mamíferos, son todo un ejemplo de sobrevivencia en los climas más hostiles, de organización social, y de la importancia que tienen las especies dominantes en las cascadas tróficas, pues permiten el equilibrio en la naturaleza a través del control en las poblaciones de ciertos organismos y paralelamente, la prosperidad de otros.
Siempre perseguidos
Con el objeto de acercar la vida salvaje al hombre, y hacerlo partícipe de esta experiencia, es que nació el «Polar Park», en Troms, Noruega, una reserva natural donde puede encontrarse fauna nórdica como osos, lobos, linces, glotones y zorros; así como a sus presas: ciervos, alces, renos y toros almizcleros.
En el caso particular de los lobos, por desgracia, tienen una larga historia de persecución en Noruega. Hoy en día la población silvestre se reduce a una sola manada de alrededor de 25 miembros, además de unos cuantos individuos itinerantes a lo largo de la frontera con Suecia. Incluso actualmente hay llamadas para que acudan a sacrificarlos en virtud de supuestas pérdidas de ganado, a pesar de los planes de compensación por dichas pérdidas. Otros depredadores locales como los linces y glotones, se encuentran en peligro por la presencia del hombre y sus actividades.
Danza con lobos
Pero hay una particularidad en este parque, que cuenta con una atracción al estilo más primitivo llamada WolfVisit, consistente en la visita a través de un túnel, a una zona de la reserva donde algunos lobos ambulan libres.
Estos cánidos, se encuentran condicionados genéticamente para tener miedo de los seres humanos, sin embargo los ejemplares que forman parte WolfVisit se han socializado, y están acostumbrados a relacionarse con los seres humanos a poca distancia, en ocasiones, muy poca. Ciertamente, son iguales a los que se viven en libertad, con la gran diferencia de que disfrutan de nuestra compañía como parte de su entorno natural. Así que prepárate para recibir en tus hombros un par de patas peludas y unos buenos lametazos a lo largo de la cara, pues les encanta la gente y los mimos.
Humano, humano, ¿estás ahí?
Si deseas pasar la noche en este ambiente, prepárate para lo mejor: Wolf Lodge, la cabaña ubicada en la zona de Narvik, circundada por ventanales y rodeada de bosques en donde un lobo puede llamar a tu puerta. Los podrás escuchar aullar en la noche, mientras observas las impresionantes auroras boreales desde el interior de la cabaña, gracias a sus domos de cristal.
La experiencia puede ser fascinante y vivirla, para los amantes de los animales, llega a ser seguramente memorable. Si te encuentras interesado en visitar, antes envía un correo electrónico a wolflodge@polarpark.no para verificar disponibilidad. ¡Y prepárate para los besos de lobo!
Aquí, una pequeña galería:
ç
Fotografía: ©Pál Jacobsen | Daniel Allen | Polar Park
Vía:
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.